RESEÑA
“El Cazador de Palabras y otros duendes”
«Cada día de la semana tiene su duende, y los pequeños lectores podrán descubrirlos en cada uno de estos relatos, en los que su autora, Samy Bayala, describe con lenguaje poético la vida cotidiana de unos seres que habitan la tierra de la fantasía.
Es así como el lunes tiene un duende madrugador, que con su corneta mágica despierta a todos los habitantes de las islas; el del miércoles, por entrometido, queda atrapado entre las palabras; el duende del jueves, que esconde por diversión todo lo que encuentra en el camino; el del viernes, al que todos ansían por su alegría, el duende del sábado y el del domingo, quienes disfrutan de los paseos en medio de idílicos paisajes. Se suman a sus páginas el duende del tiempo, que vive atareado hasta que descubre que puede detener las horas para descansar sobre la hierba húmeda, un cazador de palabras, un escultor de nubes, el duende del trueno y otro que se ocupa de vigilar secretos. Sin embargo, hay un duende que falta: el del día martes, al que nadie logra encontrar. La autora -en medio del discurso- presenta el acertijo como un juego y propone -al final del libro- descubrir el escondite de este duende travieso.
La ilustradora, María Arencibia Pérez, adhiere con creatividad a la propuesta lúdica de Samy, ya que sus dibujos no acompañan simplemente cada una de las historias, sino que componen un nuevo texto que las complementan. A través de sus ilustraciones, va dejando indicios del personaje que falta: el duende del martes; de manera que invita al lector a buscar entre las imágenes al duende escondido, al estilo del dibujante británico Martin Handford, con su recordada serie Where’s Wally? (¿Dónde está Wally?). Los colores elegidos denotan de manera simbólica cada tema, de modo que no sólo Arencibia interpreta con acierto el sentido de cada relato, sino que sus ilustraciones configuran una serie pictórica de calidad.
Samy Bayala utiliza con solvencia los recursos de la oralidad para entablar con la infancia un diálogo espontáneo y una complicidad que se mantiene a través de cada historia. Acotaciones ocurrentes, preguntas retóricas, onomatopeyas y expresiones coloquiales agilizan y le dan frescura a su narración.
La naturaleza interviene animizada en cada situación, a través de los personajes que la representan: el viento, las nubes, el mar, las flores, como la violeta, los pájaros del cielo, la lluvia, el sol y la montaña.
En su obra –de género maravilloso– donde no faltan las hadas, Bayala combina la prosa poética, de imágenes sensoriales muy logradas, con toques de humor chispeante. Si bien su lenguaje es sencillo, la escritora incorpora regionalismos de las Islas Canarias, atenta a identidad de los lectores a quienes va dirigida su producción.
El Cazador de palabras y otros duendes, les ofrece, a través de su cuidada edición, un texto plástico y sonoro, digno de un film de animación, que pueden disfrutar no sólo los niños, sino todos aquellos que se dejen seducir por la magia.»
Claudia Sánchez nació en la ciudad de Buenos Aires, República Argentina; es profesora y licenciada en Letras de la Universidad de Buenos Aires, escritora y periodista. Especialista en Literatura Infantil y Juvenil, Crítica y Coordinación de Talleres infantiles y de adolescentes. Ha sido vicepresidenta de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina y actualmente es miembro de la Academia de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina. Entre sus publicaciones: Re-Divertido con Letras (Ed. La Colmena), El cuidador de pájaros y otras leyendas (Ed. El Ateneo); Días de margaritas (Libresa, Ecuador), Un mar para Crispín (Ed. Comunic-arte), La luna de Juancho y otros cuentos (Ed.Quipu); Las orejas de Jacinta (Teru-Teru ediciones).
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