Biblioteca escolar CEIP La Goleta, en Arucas |
Hay lugares que te acompañan durante toda la vida. Espacios «sagrados» donde se veneran la lectura, la escritura, la narración… Puntos de encuentro donde confluyen energías diferentes y de todas las edades, donde revolotea el característico olor al papel de los libros.
Las bibliotecas nacieron para quedarse. Vaya desde aquí mi pequeño y humilde homenaje en el Día de las Bibliotecas Escolares.
Uno de los ocho puntos del Manifiesto UNESCO/IFLA sobre estos espacios sagrados de la lectura, indica que las bibliotecas deben ofrecer oportunidades de creación y utilización de la información a toda la comunidad educativa. Por tanto, su importancia, utilidad y necesidad como lugares creativos y de aprendizaje, son incuestionables.
Las bibliotecas fomentan la lectura y la escritura, contribuyen a compensar desigualdades, difunden la cultura, y promueven valores y actitudes reflexivas.
El espíritu mágico de la lectura es enorme. Según Freud, Las palabras y la magia fueron al principio una misma cosa. Por eso, cada vez más, buscamos refugio en los libros. De hecho, la experiencia de sanación o curación a través de estos se conoce como biblioterapia.
Continuemos venerando con nuestra presencia a nuestras amigas las bibliotecas. Amemos estos lugares sagrados y honremos a los libros y a sus historias. Seamos agradecidos con quienes han pasado horas y horas dejándonos ese hermoso legado que tanto nos aporta, porque la lectura es uno de los elixires más sanadores que conocemos.
¿Quién no se ha sentido en algún momento consolado, acompañado, estremecido o maravillado con un libro?
Hace tres años la vida me regaló algo que nunca pensé que fuera a sucederme: la rotulación de una biblioteca escolar con el nombre de Sandra Franco Álvarez. Para mí, que me dedico en cuerpo y alma a escribir para niños y jóvenes, dicho gesto supuso el mayor regalo y reconocimiento en estos años como «hacedora de historias». Este hermoso regalo del CEIP La Goleta me hizo ver la importancia que tienen los libros para construir una sociedad y un mundo mejor. Porque de eso tratan el arte y la cultura en general: de construir, enraizar, sentir, emocionar, fluir, soltar, sanar, vivir…
Las bibliotecas actúan a modo de elixires sanadores. Los libros nos hacen ver nuestras heridas desde otra perspectiva, aportándonos una mirada reflexiva hacia el interior, más allá de nuestro propio «yo».
¡Gracias, amigas bibliotecas!
Siento que el mundo es mucho mejor con ustedes. Les deseo hoy y siempre una larga, larguísima vida.
Sandra Franco Álvarez
Escritora y editora del sello de Literatura Infantil y Juvenil «Alargalavida» de la editorial Bilenio.
Fotos de Jesús Yeray Alemán Santana (maestro en el CEIP La Goleta)